El presupuesto es de G. 250.000 por metro, necesitan un pozo de 100 metros para extraer agua y abastecer el sistema de regadío, ya que la falta de lluvias impide llenar los reservorios y la aguatera local no cubre la demanda, según explicó Fabio Villalba, miembro de la Red Agroecológica.
“Estas son las épocas de renovaciones de las plantaciones, para llegar al mes de diciembre, que es la segunda siembra. Sin embargo, con la sequía y los incendios, perdimos casi el 99% de nuestras cosechas”, manifestó Villalba en diálogo con La Unión.
En otra comunidad, verdeos, remolachas, zanahorias y tomates se perdieron porque en 6 a 7 días no hubo provisión de agua para regar producción, contó Villalba quien aseveró que unas 12 familias y recurren a otros préstamos pagar sostener deudas y pagar perforación de un pozo.
Como ejemplo de pérdidas provocadas por la sequía, citó que 1.200 hectáreas de cultivos de sandía se fundieron en la compañía Acuña de Figueroa, cercana a Altos, afectando a aproximadamente 300 familias.
El productor afirmó que realizando rifas, ferias y otras actividades los pequeños labriegos alteños ya lograron hacer “una vaquita” de G. 30 millones, por lo que, considerando el cálculo de G. 250.000 por metro de pozo, ya tienen el dinero, pero necesitan aún un monto para la compra de caños y otros elementos, de modo realizar las conexiones a las distintas hectáreas.