Realizarán estudio inedito al cráter que dejó el asteroide que extinguió a los dinosaurios

La perforación inédita del hoyo que dejó el asteróide que cambió la vida de la Tierra revelará cómo fue esa catástrofe ambiental masiva y podría hallar nuevas formas de vida.

El buque Myrtle, en el que viaja el grupo de científicos mexicanos, de Estados Unidos, Reino Unido y de otros ocho países que participan en el  ECORD (el Consorcio Europeo para la Investigación Oceanográfica mediante Perforación, por sus siglas en inglés), ya se encuentra en el lugar en donde esta semana comenzará la perforación del cráter.

La nave, que también funcionará como plataforma para las excavaciones, se ha fijado con tres apoyos en el suelo oceánico al norte de la ciudad de Mérida y el puerto Progreso, a 30 kilómetros de la costa de la península de Yucatán. Su tarea será perforar 1.500 metros del suelo marino y alcanzar el corazón del cráter.

Al principio, los investigadores tendrán que atravesar alrededor de 600 metros de sedimentos oceánicos que han cubierto el boquete a lo largo de los 66 millones de años que han pasado desde que se formó. Después, horadarán otros 900 metros dentro del propio cráter y extraerán un material único al que jamás ha accedido el ser humano.

Con estas muestras, los científicos esperan obtener dos resultados principales. Para empezar, podrán conocer la magnitud del impacto del cuerpo celeste —que tenía alrededor de 18 kilómetros de diámetro y provocó la mayor catástrofe que ha sufrido la Tierra en 100 millones de años— y calcular cuánta materia levantó en el aire.

Según una de las hipótesis más destacadas, muchas de esas rocas subieron hacia la estratosfera y permanecieron allí durante meses, con lo cual taparon los rayos del Sol. De este modo, la superficie terrestre se enfrió y ese hecho causó una catástrofe ambiental que derivó en la extinción masiva de la mitad de las especies de nuestro planeta, incluidos los dinosaurios.

Además, los científicos confían en hallar algunas formas de vida desconocidas que podrían haber generado en el cráter tras el impacto y permanecerían aislados hasta hoy en día debido a que, al contactar las rocas calientes con el agua, se crearon unas condiciones químicas insólitas. De hecho, un impacto como el de Chicxulub “pudo haber creado la vida en la Tierra”, según explicó a la BBC la profesora Joanna Morgan, una de los personas que lídera la investigación.

Los investigadores estiman que la perforación durará dos meses y planearon el proceso especialmente para que termine hacia junio, antes de que comience la época de huracanes en la región.

Myrtle cuenta con varios laboratorios, en donde los investigadores podrán llevar a cabo un examen inicial de las muestras que obtengan, pero realizarán el estudio principal en el laboratorio del Programa Internacional para Descubrir el Océano, que se encuentra en Bremen (Alemania).

Los científicos perforarán una parte del cráter que se encuentra bajo el mar, pero el resto se extiende por la península de Yucatán. En los 66 millones de años que han transcurrido, este terreno se ha cubierto con piedra caliza, pero en Yukatán está delimitado por infinidad de sumideros kársticos, denominados cenotes, que tienen forma de arco.

Los estudios sugieren que, en sus orígenes, el hoyo formado por el impacto tenía alrededor de 100 kilómetros de anchura y 30 kilómetros de profundidad, pero después sus límites se colapsaron y el cráter se extendió hasta alcanzar unos 200 kilómetros de ancho.

 

 

 

 

 

Fuente: RT en Español

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