Presidenta argentina habría falsificado facturas de hoteles paraguayos

De acuerdo a la auditoría, se puede corroborar que cada uno de los hoteles utilizados por la ex mandataria, sus colaboradores e invitados especiales emitieron una factura legal sobre el costo real del alojamiento.

Sin embargo, se sospecha que algún miembro de la administración kirchnerista presentó comprobantes apócrifos y/o adulterados, con montos superiores a lo facturado en cada uno de los hospedajes.

Una de las irregularidades tiene que ver con el viaje realizado por Cristina Fernández y su comitiva al Paraguay en el mes de julio del año pasado, en ocasión de la visita del papa Francisco en el país, que fue entre el 10 y 12 de ese mes.

La entonces máxima representante del Ejecutivo argentino y sus principales colaboradores se hospedaron en el Hotel Bourbon, cuyo costo original del alojamiento fue de USD 14.785, pero en la rendición final presentaron una factura falsa en donde se menciona la cifra de USD 49.005.

Mientras que el resto de su comitiva se hospedó en el Hotel Guaraní, cuyo gasto original fue de USD 13.718, mientras que en el comprobante de contenido falso hicieron figurar la suma de USD 43.220.

Es decir, que el viaje de toda la delegación argentina al Paraguay para el encuentro con Su Santidad debió costar al Estado del vecino país USD 28.503. No obstante, la rendición final se hizo por un valor de USD 92.225.

La misma irregularidad se logró comprobar con el viaje que realizaron a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, en donde participaron de su última Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

Según el proveedor se facturaron USD 145.358,53; y al llegar a Buenos Aires se presentó una factura muy parecida a la original -como los casos anteriores- pero que cambiaba sustancialmente el importe final: el kirchnerismo “rindió gastos” por US$ 229.795,56.

Esta auditoría reveló un perjuicio fiscal para la Argentina por un total de USD 201.903,23. Esto es porque de acuerdo con los proveedores se facturaron USD 183.452,33 pero en rigor se entregaron “comprobantes” por USD 385.355,56.

Durante la investigación, los auditores pidieron las “facturas originales” en los establecimientos hoteleros mencionados y las compararon con las que fueron rendidas en la Argentina.

“O adulteraron los comprobantes o directamente mandaron a imprimir facturas nuevas copiando las originales”, sostienen los intervinientes.

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