Por qué se arrugan los dedos bajo el agua

La creencia popular señala que los dedos arrugados son únicamente una consecuencia de pasar un período prolongado bajo el agua, una reacción normal luego de pasar horas en la pileta, después de desafiar las olas del mar o, simplemente, tras tomar una ducha. Sin embargo, este fenómeno puede tener una causa oculta.

En términos fisiológicos, este tipo de cambio en la piel es el resultado del paso del agua a la capa exterior de la piel, algo que provoca que los dedos se hinchen y se arruguen. Es una respuesta controlada por el sistema nervioso simpático que debida a una contracción de los vasos sanguíneos al interactuar con los líquidos.

Según los investigadores, las arrugas aparecen para mejorar la adherencia a las superficies húmedas. / Foto: iStock.

Pero el sistema de regulación que se activa condujo a la comunidad científica a pensar que había una justificación evolutiva más profunda. Efectivamente, de acuerdo a un estudio en conjunto de la Royal Society y Universidad de Newcastle tiene una razón más: se trata de un mecanismo corporal cuyo objetivo es mejorar el agarre en las superficies húmedas.

Para los especialistas, mantener manos y pies inmersos en líquidos da principio a un proceso biológico que permite una mejor manipulación de objetos húmedos. El organismo crea canales que generan que el agua se drene cuando los dedos entran en contacto con el agua, permitiendo movimientos más ágiles y seguros.

El cambio en la piel no se presenta, como mínimo, hasta cinco minutos luego de entrar en contacto permanente con el agua. / Foto: iStock.

Durante el experimento que permitió llegar a la conclusión, los 27 voluntarios disponibles tuvieron que recoger piedras de vidrio sumergidas en un recipiente de agua utilizando una mano -que estuvo en remojo durante media hora- para luego pasarla a través de un orificio. Luego repitieron el mismo procedimiento con la otra extremidad, que estaba seca.

Finalizadas las pruebas, se comprobó que aquellos participantes que tenían los dedos arrugados realizaron la tarea más rápido que el otro grupo. La función es similar a la que cumplen las hendiduras de los neumáticos.

En el análisis, publicado en la revista Biology Letters, se indica que el arrugamiento no aparece hasta después de los cinco minutos de exposición ininterrumpida al agua, lo que significa que el contacto incidental no es suficiente para que estas se produzcan.

Con información de Infobae.

Comentarios