Mató a un policía tras robar tragamonedas y se dio a la fuga

Pedro Barreto, Jefe de la Comisaría Nº20 de J. Augusto Saldívar, narró en comunicación con La Unión R800 AM que cerca de las 02:00 de la madrugada de este miércoles el dueño de un local comercial situado en la compañía Toledo Cañada alertó al sistema 911 sobre el robo de dos máquinas tragamonedas de su propiedad.

Ante la alerta, oficiales de Patrulla acudieron al lugar, donde el propietario manifestó que ladrones levantaron la puerta delantera del negocio, asegurando que le faltaban dos máquinas tragamonedas. Señaló que testigos comentaron a los uniformados las características del vehículo en el que fueron llevados los aparatos, el cual era de color plateado y se guiaron por el número de chapa. “Personas que presenciaron el robo les dijeron a mis personales, entre ellos el oficial Darío Agüero, que los malvivientes huyeron hacia la compañía Mbocayaty, acá de J. Augusto Saldívar”, indicó, añadiendo que el rodado fue hallado en un inquilinato a dos kilómetros de la Comisaría.

Al llegar al lugar, los policías encontraron a dos personas frente al alquiler, a quienes interrogaron. Realizándoles averiguaciones, uno de ellos corrió del sitio. “Al que corrió lo siguió el oficial Agüero, mientras que el otro intentó fugarse pero fue reducido por el suboficial que lo acompañaba”, detalló, agregando que, durante la persecución, Agüero llamó a la Comisaría para pedir refuerzos. “Al llegar el personal de refuerzo al punto, escucharon un disparo a 200 metros del lugar, adonde fueron y ahí lo encontraron ya tendido en el suelo”, explicó el jefe.

El autor del disparo aún está prófugo, que fue identificado como Serafín Manuel Martínez Sosa, de 38 años de edad, quien, según Barreto, tras un forcejeo con el oficial Agüero, le arrebató la pistola a este para propinarle un balazo a la altura del pecho. Ante la situación, fue auxiliado por sus camaradas y llevado rápidamente al Hospital de Guarambaré, adonde lamentablemente llegó sin signos de vida.

El jefe policial aseguró que en el mencionado inquilinato fueron encontradas las máquinas tragamonedas. Así mismo, fue incautado el automóvil usado en el crimen.

El cuerpo del uniformado ya fue entregado a los familiares.

Darío Agüero tenía 36 años y se desempeñaba como Oficial 1º, era oriundo de Caazapá y tenía dos hijos.

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