Malditas sean las mujeres

La obra de teatro se trata de una versión adaptada de Maluli Vera de “LA CASA DE BERNARDA ALBA” del escritor español, Federico García Lorca.

El título Malditas sean las mujeres, fue tomado de un parlamento de Magdalena, una de las hijas de Bernarda Alba, el cual resume la situación de la mujer de la época, sobre todo, en aquellos pueblos donde eran doblegadas y manejadas por hábitos y costumbres familiares que respondían a las exigencias de la sociedad de entonces.

La propuesta de la obra teatral, ambientada en 1950, retrata la condición de la mujer, que, en algunos aspectos, no ha cambiado mucho hasta el día de hoy. “Nacer mujer es el mayor castigo”, es otro parlamento que alude a la condición femenina de esa época.

Lo novedoso es que Pepe el romano aparece en escena, el hombre que es capaz de despertar el deseo y la pasión desmesurados en las hijas de Bernarda. En la obra original, es un ser invisible, una entelequia. Un símbolo masculino que alimenta las fantasías eróticas de las mujeres presas en su propia casa. Lorca no lo muestra nunca. Solo se habla de él. Todas hablan de él. Está en la vigilia y en el sueño de mujeres presas de una sociedad desigual.

Fue escrita en 1936, poco antes de la muerte de Lorca. La pieza, sin embargo, fue estrenada recién en el año 1945, el motivo, fue debido, aseguran los entendidos, al texto que devela una fuerte crítica social a la España de esa época.

No se puede olvidar que García Lorca fue asesinado al inicio de la Guerra Civil española. La obra narra la historia de Bernarda y sus hijas que viven encerradas en su hogar guardando luto por la muerte del padre y marido, sin ninguna posibilidad de liberarse del yugo materno. Esto retrata la situación de las mujeres pueblerinas de entonces. “Hilo y aguja para las hembras, látigo y mula para el varón”, dice Bernarda.

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