La corrupción vuelve a sacudir a la ONU

John Ashe, diplomático de Antigua y Barbuda y expresidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue detenido este martes en Nueva York acusado de aceptar sobornos de empresarios chinos.

La gravedad del caso -se habla de pagos de más de un millón de dólares a cambio de favores- y el perfil del protagonista -Ashe fue uno de los principales rostros de la ONU entre 2013 y 2014- suponen un duro golpe para la organización.

De confirmarse el escándalo, este supondría ?un ataque en el corazón de la integridad de las Naciones Unidas?, tal y como reconoció hoy el actual presidente de la Asamblea, Mogens Lykketoft.

El fiscal federal encargado del caso, el mediático Pret Bharara, fue más allá y aseguró que si las acusaciones son ciertas se confirmaría que ?el cáncer de la corrupción que afecta a demasiados gobiernos locales y estatales infecta también a las Naciones Unidas?.

La sospecha, sin embargo, no es algo nuevo para la ONU, que precisamente hace una década se enfrentó a uno de sus peores escándalos.

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