Francisco en Perú: “Para algunos de ustedes los indígenas son un obstáculo”

El Papa más ecologista de la historia -como lo ha catalogado el periódico El País-, que ha dedicado su encíclica Laudato Si a la necesidad de salvar el planeta, arrancó el viernes su visita a Perú con reunión entre grupos indígenas en plena selva amazónica, en Puerto Maldonado. “Para algunos ustedes son un obstáculo”, dijo criticando a los grandes intereses económicos que destruyen las tierras ancestrales y las vidas humanas.

Los representantes de los pueblos originarios reclamaron en tono dramático al Papa que les defienda: que impida que la minería y la industria maderera y petrolera arrasen con la selva y acaben con ellos. Francisco clamó contra la deforestación, la minería ilegal y la trata de personas, auténtica plaga de estas zonas selváticas donde el Estado no llega, o la esterilización masiva sin consentimiento, que llegó a su cénit durante el Gobierno de Alberto Fujimori.

“Somos los supervivientes. Nuestros hermanos sufren por la tala de árboles, los buscadores de oro, de petróleo, de gas. Le pedimos que nos defienda. Los foráneos nos ven débiles y nos quitan el territorio. Podemos desaparecer. Queremos que nuestros hijos se eduquen pero no que la escuela borre nuestras religiones y nuestra cultura, nuestra sabiduría ancestral. Tenemos miedo. La tierra, los animales, los peces se están muriendo”, clamaron varios indígenas.

El Papa no redujo ese dramatismo que plantearon los pueblos ancestrales. “Nunca han estado tan amenazados en sus territorios como ahora”, reconoció. “La Amazonía es tierra disputada desde varios frentes: por una parte, el neo-extractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que apuntan su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales. Por otra, la perversión de ciertas políticas que promueven la ‘conservación’ de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano y, en concreto, a ustedes hermanos amazónicos que habitan en ellas”, aseguró Francisco, que ha sido muy criticado por los conservadores precisamente por ese discurso contra los grandes grupos capitalistas.

“Para algunos ustedes son un obstáculo (los indígenas). En realidad son un grito a la conciencia, memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar de la casa común”. Francisco no evitó ninguno de los temas sensibles que sufre esta zona, una de las más pobres de Latinoamérica, alejada de cualquier protección del Estado. Explicó que había visto un cartel contra la trata en el aeropuerto, y recordó que este es un problema especialmente grave en la zona, donde el uso de “mano de obra esclava y los abusos sexuales claman al cielo”. “No miremos para otra parte”, sentenció.

 

Fuente: El País.

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