Estado Islámico decapita a su quinta víctima

Kassig, de 26 años, fue capturado el año pasado cuando trabajaba ayudando a entregar ayuda médica a ciudadanos sirios. Sus amigos dicen que se convirtió al islam durante su cautiverio y cambió su nombre a Abdul-Rahman.

En una puesta de escena bien estudiada, los yihadistas marchan frente a los prisioneros dispuestos en fila y van recogiendo de una caja de madera largos cuchillos, antes de forzar a las víctimas a arrodillarse, para después decapitarlas.

La grabación dura unos quince minutos y en ella se ve la decapitación de una veintena de soldados sirios.

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