Está confirmado: empleados divertidos rinden más y mejor en sus trabajos

¿Jugar al ping pong en el trabajo? ¿Tener un sector de descanso con puffs para recostarse en plena jornada? ¿Una expendedora de dulces de libre acceso en medio del comedor? La descripción bien podría parecer la del trabajo soñado por todos, en una mega compañía del exterior. Pero no. El escenario se repite -cada vez más- en empresas locales y la causa es tan obvia como simple: una persona feliz trabaja más y mejor.

Con esa premisa, cada vez más empresas locales adoptan una metodología de trabajo que mejora la creatividad y producción, además de potenciar la comunicación entre las áreas.

Metegol, puffs, videojuegos y arquitectura de espacios abiertos son algunas de las iniciativas que ganan adeptos entre las empresas argentinas. Está probado que estas áreas mejoran el rendimiento y benefician la relación entre las distintas áreas.

Una reciente encuesta mostró que ocho de cada diez argentinos considera que mejoraría su rendimiento laboral si contara con áreas de esparcimiento en el trabajo.

Todos miran el modelo Google como ideal a alcanzar cuando se trata de tener a empleados felices, cómodos y, por ende, más productivos. Está probado que estos espacios de “desconexión” mejoran la creatividad y el rendimiento de los empleados, pero también potencia la comunicación inter-áreas.

El modelo Google, cada vez más copiado.

Consultada por Infobae, Carolina Borracchia, CEO de Combo Employer Branding, analizó que de un tiempo a esta parte “ya no se concibe el modelo en el que las personas eran prácticamente ‘robots’ y en sus trabajos todo se circunscribía a lo laboral; hoy todo está más mezclado”. En ese sentido, tras asegurar que “somos personas y luego de eso está nuestro desempeño”, diferenció que “antes se entendía que si disfrutabas no producías y hoy el disfrute se ve como un motor para poder producir“.

“El lugar de trabajo es donde más horas del día pasamos mientras no descansamos. Esas horas deben ser parte de nuestra vida, no estar por fuera de ella”, sostuvo Juan Pablo Cerva Fris, manager de Recursos Humanos de Eventbrite, una empresa de venta de entradas e inscripciones a eventos con sede en Mendoza, que se sumó a la tendencia.

La compañía amplió recientemente sus oficinas con múltiples espacios de esparcimiento: una chopera, videojuegos y open desks son ejemplo de su clara política de innovación en el materia de recursos humanos.

Los beneficios se completan con zona de relax con puffs, metegol, ping pong, expendedora de alimentos y bebidas y una sala de lactancia lista para ser inaugurada este año. El ping pong es el más requerido luego del almuerzo y el metegol es el más concurrido por la tarde cuando más de uno se acerca para jugar tomando una cerveza.

Está probado que los espacios de “desconexión” mejoran la creatividad y el rendimiento de los empleados. / Foto: IStock.

“Este tipo de espacios son muy valorados porque las tareas que realizamos requieren alta concentración y desgaste mental, entonces estos ‘pequeños escapes’ son esenciales para mantener un alto rendimiento”, destacó el manager de un equipo de Ingeniería.

Estos espacios además ayudan a que la comunicación entre los empleados sea más fluida, fortaleciendo el espíritu colaborativo del que se enorgullece la compañía. “El hecho de poder contarle a otra persona lo que estás haciendo, alguna inquietud o problemática significa mucho, y si a eso le agregamos que en la mayoría de los casos surgen ideas, soluciones o consejos, el proyecto en el que está trabajando solo una persona se transforma en algo colaborativo, se hace sumamente rico”, agregó.

“Hoy es retrógrado el concepto de ‘fichar’; está comprobado que las pausas y los horarios flexibles son tan necesarios como los momentos de esparcimiento y socialización”, insistió Borracchia.

Otra de las tendencias es la arquitectura de espacios abiertos, cada vez más común en las multinacionales, donde no hay paredes ni oficinas que hagan manifiestas las jerarquías, ni siquiera con las del Country Manager. “No hay puertas que golpear, permisos que pedir ni protocolos de generación de reuniones. Si necesitás hablar con alguien, sólo te levantás de la silla y te acercás a esa persona. La cultura de ayuda mutua y disponibilidad constante es muy fuerte y eso hace que la productividad de los equipos mejore radicalmente”.

Y seguramente los amantes de los animales adorarán otra de las cualidades de esta moda que parece haber llegado para quedarse: el programa llamado “barkling”, donde los empleados pueden ir con sus mascotas al trabajo, allí hay áreas especialmente acondicionadas para los perritos que esperan ansiosos al break de sus amos para salir a dar una vuelta reparadora.

 

Con información de Infobae.

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