El mismo apoderado aceptó que el teléfono presentado por Luis Canillas en su denuncia ante el Ministerio Público, pertenece a su hermano, Franco González. La acusación va principalmente contra los senadores Robert Acevedo (presidente del Congreso) y Desirée Masi.
Según la versión de los oficialistas, la mujer pidió un sicario para acabar con la vida del presidente de la República, Horacio Cartes; esto fue contestado por Acevedo con emoticones de bombas. En contrapartida, la interpretación de los opositores señala que los mismos chats están montados y que formaría parte de una ‘jugada política’ del cartismo.
González además dijo que la Fiscalía deberá concluir su investigación, teniendo el celular que presentó Canillas.