Argentina: Gobierno congela altos sueldos y prohíbe contratar a familiares del Ejecutivo

El presidente argentino, Mauricio Macri ha congelado su sueldo y el de unos 500 altos cargos -lo que equivale a una bajada de salario fuerte en un país con un 25% de inflación-, ha ordenado despedir al 25% de los cargos de confianza del Gobierno, y prohíbe que los ministros puedan tener parientes en el Ejecutivo.

“Sé que vamos a perder colaboradores muy valiosos (con la decisión de prohibir a los familiares), me da mucha pena, pero queremos transparencia. Espero que este ejemplo sea seguido por todos”, manifestó Macri mientras sorprendía con su discurso a la prensa argentina.

Con este mensaje al parecer muestra que está dispuesto a dar ejemplo. Su propia familia, una de las más ricas del país, está siempre en el centro de la polémica cada vez que aparece una licitación o una decisión del Gobierno en la que se ve beneficiado el conglomerado Macri. El presidente parece dispuesto a acabar con esta sangría de imagen

Salarios congelados

El presidente, los ministros y los altos cargos en Argentina tienen sueldos altos para lo que es habitual en un país con enormes diferencias salariales, donde hay un 30% de pobreza y hay millones de personas que pese a trabajar y tener un salario no son capaces de garantizarse una vida digna. Macri cobra 200.000 pesos brutos al mes (poco más de 10.000 dólares) y los ministros alrededor de 150.000 (7.500). Sin embargo, en el mundo de la élite de la empresa privada en el que se mueven buena parte de los ministros, esos salarios no son de los más altos. La congelación tendrá un efecto fuerte porque en un año la inflación se puede comer más del 20% del sueldo.

Reducción de empleados en la función pública

La reducción de asistentes y equipo de trabajo es aún más significativa, y según el presidente supondrá un ahorro de 1.500 millones de pesos al año (75 millones de dólares). El macrismo fue muy criticado cuando llegó al poder porque no redujo ni el número de ministerios ni los cargos de confianza del kirchnerismo, después de criticar durante años que se utilizaba la administración como “aguantadero de la política”. Ahora el ajuste es fuerte y supondrá despidos de más de 1.000 personas en todos los centros del poder importantes, además de la salida de familiares directos de varios ministros. “La austeridad tiene que partir de la política”, insistió.

 

Fuente: El País.

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